Avanzamos. Despacio pero avanzamos.

Relacionado con el artículo/podcast que publiqué hace unos días sobre el informe de Altman Weil, hoy quería poner el foco en otros informes que se han dado a conocer recientemente, que analizan el estado del arte en las asesorías jurídicas corporativas y los desafíos a los que se enfrentan los secretarios generales.

Empiezo con el de Thomson Reuters titulado 2021 State of Corporate Law Departments. Datos interesantes:
– El 81% de las nuevas incorporaciones en los 2000 departamentos legales entrevistados eran para puestos de legal operations.
– Aunque hay mucha variación dependiendo del tamaño de la empresa y de la geografía, el presupuesto dedicado al área legal suele ser el 0,18% de los ingresos totales de la empresa. Más de la mitad de esa cantidad (55%) se destina a abogados externos.
– El 30% de los departamentos legales incrementó su gasto en tecnología en 2020, dedicándolo principalmente a herramientas de facturación electrónica, gestión de contratos y gestión de documentación en general.

Del último informe de CLOC (Corporate Legal Operations Consortium), en el que han participado 140 empresas de más de 30 sectores y 17 países diferentes, me ha llamado la atención lo siguiente:
– El gasto en Alternative Legal Service Providers– ALSPs (1M) es relativamente pequeño comparado con el que se destina a despachos tradicionales (30M).
– Las empresas de biotech tiene departamentos legales con 9 veces más personal que las de entretenimiento o las utilities, con un gasto medio por persona (incluye abogados, paralegals, secretarias, etc) de entre 150.000 y 190.000 dólares.
– Las herramientas tecnológicas más implementadas son: facturación electrónica (76%), firma electrónica (69%) y gestión de documentación (60%). El 51% afirma que tiene soluciones de «legal analytics, metrics and dashboards«. Me cuesta creerlo salvo que se refieran a análisis muy simples y superficiales.
– Cuando evalúan a los despachos externos, los departamentos de legal ops tienen en cuenta criterios de diversión e inclusión (15%) y encaje cultural (12%). Estoy convencido de que lo relativo a la diversidad va a seguir cobrando importancia.

El documento de Gartner «The future of legal, six shifts GC must make by 2025» es el que me parece el más flojo de todos. Lo veo poco aterrizado y no he conseguido entender bien qué es lo que proponen. Destaco un par de datos que me han parecido curiosos:
– Solo el 9% de los secretarios generales tiene confianza en que puede crear un plan coherente a largo plazo para digitalizar el departamento legal. La pregunta es ¿el otro 91% que va a hacer?
– En 2023 los asistentes legales virtuales (como por ejemplo los chatbots), contestarán el 25% de las consultas internas de los departamentos jurídicos de las grandes empresas.

EY y la Harvard Law School Center on the Legal Profession han elaborado un informe en el que tratan de identificar los desafíos a los que se enfrentan los secretarios generales, que arroja algunas conclusiones interesantes:
– La mayor parte de los secretarios generales no tiene confianza en la habilidad de su asesoría jurídica para manejar riesgos legales complejos.
– El 88% de los secretarios generales va a ver reducido su presupuesto legal entre un 14% y un 18% en los próximos tres años.
– Únicamente el 50% de las asesorías jurídicas reportan haber hecho un mayor uso de la tecnología durante el año 2020.
– El 90% de los directores de desarrollo de negocio encuentran desafíos e ineficiencias en la gestión de los contratos.
– Dejo para el final el dato que me parece más preocupante: solo el 52% de los secretarios generales considera que su departamento está aportando valor añadido al negocio. Quienes tengan esa opinión debería trabajar a fondo para entender las causas y buscar soluciones porque me parece que es una situación difícilmente sostenible.

En resumen, los datos nos indican que avanzamos pero también que queda mucho camino por delante.