Robots sociales que aprenden y entienden tus emociones (I).
Ya están aquí y han venido para quedarse. Me refiero a los robots sociales, máquinas capaces de captar las emociones humanas y/o de aprender en cada interacción. El ejemplo más claro es Pepper. Se trata de un robot que está presente desde hace meses en las tiendas de Tokio del operador de telecomunicaciones japones Softbank y cuyo objetivo declarado es vivir con humanos aunque no para cocinar ni limpiar, sino para ser su «compañero emocional», en sentido de hablar y entender la alegría, tristeza o sorpresa de su interlocutor e incluso ser capaz de expresar algunas emociones básicas.Aldebaran, la empresa que lo ha creado, afirma que la experiencia que están acumulando en las tiendas, servirá para desarrollar una versión más sofisticada de Pepper que saldrá a la venta en Japón en febrero de 2015 por unos 2.000 dólares.
Tanto Amelia como Baby X pueder ser embebidos en humanoides (como Pepper), que les aporten las funciones mecánicas de las que carecen. Ambos comparten además el objetivo último de comportarse naturalmente o de forma lo más parecida a como lo haría un ser humano.El objetivo de Viv es ser el primer asistente personal inteligente. Los fundadores de esta startup trabajaron antes en el desarrollo de Siri y aseguran que Viv será capaz de entender tus preferencias y usar multitud de conexiones a la web para contestar casi cualquier pregunta o ejecutar casi cualquier acción. De hecho le llaman «cerebro global» porque se basa en contenidos disponibles en internet y no está sujeto a las limitaciones de sus programadores. Afirma que Viv será capaz de ejecutar correctamente acciones complejas como «búscame un vuelo a Dallas en un asiento en el que quepa Shaq (Shaquille O´Neal, exjugador de la NBA)» en menos de un segundo.
¿Echábais de menos a alguien? Sí, Amazon también se apunta a la fiesta y acaba de lanzar Echo, un asistente familiar que puede poner música, responder a todo tipo de preguntas y ofrecer noticias.
Foto del usuario de Flickr Martica